La alta dependencia de Estados Unidos para la exportación de vehículos, falta de mano de obra calificada, menores ventas en el mercado interno y la incertidumbre política, son los principales riesgos que enfrentará la industria automotriz en México después de la pandemia.
De acuerdo con Francisco Bautista, Socio Líder del Segmento de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY Latinoamérica, la dependencia a Estados Unidos de las exportaciones automotrices es un riesgo para México, ya que la cadena está muy integrada a ese mercado, por lo que si las ventas no incrementan tras la pandemia, el sector será afectado.
México representa el 18% de la producción automotriz en América, siendo Estados Unidos su principal socio comercial en exportaciones (con el 82.7%) e importaciones (con el 34%).
Lo anterior se suma a un panorama interno incierto, ya que por ejemplo, en México, de enero a septiembre de 2020 se vendieron 664 mil 194 vehículos ligeros nuevos lo que representa una disminución del 30.5% con respecto al mismo periodo del año pasado. En septiembre de 2020 presentó un decremento de 22.79% con respecto al mismo mes de 2019 y para el cierre de este año se estima una disminución en las ventas de estos vehículos de 28.3%, lo que representa 945 mil 058 unidades. Por otra parte, en el acumulado de enero a septiembre de 2020, los vehículos ligeros de lujo tuvieron un decremento de 32.13% en las ventas con respecto a lo registrado en el mismo periodo de 2019.
Por lo tanto, EY estima que las ventas de autos en el país tendrán recuperación en “L” y será hasta 2024 cuando se vuelvan a registrar los mismos niveles de ventas de vehículos que en 2019.
El T-MEC da certidumbre jurídica a las empresas, sin embargo, trae consigo nuevos retos para la industria automotriz por la complejidad añadida al cumplimiento de las reglas de valor de contenido regional y laboral. Dichas restricciones implican un mayor costo para las empresas.
En la actualidad, los fabricantes de vehículos se encuentran en un proceso de transformación por los cambios de preferencia entre los consumidores, nuevas ofertas de movilidad, tecnología y restricciones al libre comercio, por lo que se estima que en México ya no habrá inversiones para instalar nuevas plantas, ya que existe suficiente capacidad productiva instalada. Por lo tanto, las futuras inversiones serán para producir nuevos modelos o tecnologías como autos eléctricos pero sin aumentar la capacidad de fabricación.
De igual forma, Bautista señaló que la industria automotriz tiene el reto desde hace varios años de atraer talento, por lo que constantemente están buscando iniciativas con universidades y gobierno, con el fin de impulsar el crecimiento de la mano de obra, así como el aprendizaje de nuevas tecnologías y habilidades. Además, este sector genera 4 millones de empleos en el país y es uno de los principales impulsores de las exportaciones, por eso, es importante para la economía mexicana.
Oradel Industrial Center busca impulsar los sectores de la industria manufacturera ofreciendo espacios industriales a empresas internacionales que busquen establecer sus operaciones en México.