México ha mantenido sus niveles de Inversión Extranjera Directa (IED) en gran medida por el Nearshoring y ha encontrado ventajas que le permiten mejores costos logísticos.
De acuerdo con el empresario Hassan Mansur, a pesar de los efectos que tuvo la pandemia por el Covid-19 en varios rubros de la economía, la IED se mantuvo, en gran parte por el Nearshoring, por lo que cada vez son más empresas las que consideran reubicar parte o la totalidad de sus cadenas de suministro al país que se encuentre más cercano a su base de operaciones.
En ese sentido, México ha ganado con esa tendencia, por compartir frontera con Estados Unidos y por contar con importantes ventajas como costos logísticos reducidos, cadenas de abastecimiento rápidas y seguras, impuestos limitados, programas de fomento, protección a la propiedad intelectual y aranceles más bajos.
De igual forma, se debe considerar el efecto generado por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual es clave para la decisión de compañías globales de migrar cerca de Estados Unidos.
Por otra parte, este efecto multiplicador que está generando el Nearshoring en México se ha registrado desde hace un par de años, ya que la consultora McKinsey proyectó un importante desplazamiento geográfico de la producción de bienes que representa entre el 16% y 26% del valor del comercio mundial.
Además, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Economía, desde 2019, el Nearshoring da la posibilidad de que ingresen 94 mil 379 millones de dólares como potencial de inyección de capital a concretarse hasta 2024.
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